Desde hace poco más de 20 días, un chico de 16 años, paraguayo, está secuestrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Arlan Fick fue raptado el 2 de abril y hasta la fecha aún no ha sido liberado a pesar de que la familia cumplió con las condiciones solicitadas por sus captores. Según publicaciones en el diario de circulación nacional, Última Hora, “Como parte de las negociaciones, primeramente, entregaron un video para que sea difundido por la prensa, donde los miembros del grupo armado reivindicaban su lucha y rendían homenaje a sus compañeros caídos. Luego, distribuyeron víveres por valor de USD 50 mil (unos 220 millones de guaraníes) en las comunidades de Kurusú de Hierro y Arroyito, en el departamento de Concepción“. Todas las solicitudes fueron cometidas incluso sin prueba de vida, a pesar de ello, según el Ministro del Interior, Francisco de Vargas, Arlan está con vida.
La ciudadanía no guarda silencio respecto al hecho y se solidariza con la familia Fick. Desde la aparición de este grupo paramilitar en la zona norte del país, exigiendo derechos que coinciden con el reclamo de la población de esa zona, pero a través de medios que causan desagrado a la población en general, ya se perpetraron varios secuestros y asesinatos con tinte de ejecución, en este mismo plagio asesinaron a Isaac Arce de 37 años, un peón que trabajaba en la Estancia donde se perpetro el rapto, con tres tiros en la cabeza.
La zona norte del país es prácticamente tierra de nadie, el abandono estatal, las largas extensiones de monocultivo (soja) o de actividades pecuarias (ganado vacuno), sumado a las plantaciones de cannabis la convierten en un departamento con sus propias leyes. Colocando de pantalla la lucha entre los más “pobres” contra los más “ricos”, el ejército del pueblo paraguayo, a través de la violencia, enfatiza la lucha de clases, tomando la indignación popular por las injusticias y el abandono como bandera para justificar sus acciones.
Palabras más, palabras menos, pocos son los paraguayos que se sienten conformes en el país donde el que menos recursos tiene es el que más impuestos paga, y para colmo de males, recibe una minúscula retribución por parte del Gobierno ya que la inversión tanto en Salud como Educación es la menor de la región. Así también dentro de esa mayoría disconforme, es tan mínima la aceptación al grupo paramilitar que se hace conocer como EPP, incluso para gente que profesa la misma ideología política. El hambre del paraguayo, que no sólo es de alimento, sino de justicia, de equidad, lleva a desestimar el tipo de lucha de los integrantes de este grupo. Muchos luchadores sociales se manifiestan totalmente en contra de las acciones que implican cegar la vida de inocentes, y si lo que se busca es crear héroes sobre tumbas, martirizando a familias como los Fick o los Lindstron o los Závala, terminan pareciendo más resentidos que reivindicadores de un discurso porque al final, la verdadera claque política está ni ahí con el más rico que no se relacione con la política o el más pobre por el sólo hecho de que es pobre. Las tres familias afectadas tenían comprobado historial de ayudar a sus comunidades, en donde justamente por el ausentismo estatal, las carencias llegan a ser deplorables. A veces me pregunto como un país tan chico puede tener rincones tan desolados, tan abandonados a la miseria extrema, y en serio somos un país chiquito en cuanto a dimensión, somos como el Estado de Paraná y Matto Grosso do Sul juntos y de esa suma sobra aún bastante territorio.
Como dice Doña Sara Servían, verdadera luchadora social, en su carta a los del EPP: "No más madres, esposas, hijos, hermanos y amigos que lloran la pérdida de seres queridos por causas que ni siquiera entienden. Soy muy crítica a nuestros malos gobiernos porque no buscan el bien común y nunca renunciaré a exigir mis derechos como mandante, pero a mi modo y con mis armas, no con las suyas".
P.S.: El título del artículo rinde homenaje a Gabriel García Márquez, que dejó la forma física el 17 de abril pasado para vivir en la inmortalidad a través de sus libros. “Noticia de un Secuestro” está basado en hechos reales y fue publicado en el año 1996.
