Cada cinco años, específicamente cada 15 de agosto, el Paraguay se envuelve de una leve esperanza de que las cosas pueden mejorar, este fenómeno se da sin importar cuál es la tendencia política que uno predique, en el fondo, siempre creemos que cada nuevo comienzo representará algo mejor para el país.
Hoy asume Horacio Cartes, el presidente número 56 de nuestro país, el 6to luego de la dictadura stronista, colorado. Llegó al poder gracias a las elecciones democráticas del abril y con la sed de poder por sobre todo de los correligionarios (los colorados) que se vieron desplazados en el 2008 por el frente político de tendencia izquierda que invistió a Fernando Lugo en la presidencia.
Cartes no tiene una historia política, presidió sí empresas y hasta un club de futbol, incluso su afiliación a un partido se dio en el 2009 por lo que su relación con esta área no tiene más años de los que le tocará gobernar a un país con un constante crecimiento del PIB pero con acusados problemas sociales sobre todo en salud y educación.
Su relación con la Triple Frontera se resume a sus tabacaleras, y a un programa de la DEA de Estados Unidos denominado “Heart of Stone” (Corazón de piedra) que vinculaba directamente a Cartes con el tráfico de drogas en la zona integrada por Argentina, Brasil y Paraguay.
“No estoy en política para enriquecerme” afirma el Presidente Cartes, que es comparado con el Rey Midas, por llevar al éxito sus emprendimientos. Tal vez este pensamiento es lo que llevó a la mayoría de los paraguayos a colocar de nuevo a un partido que definitivamente llevó a la miseria a nuestro país, este nuevo Presidente afirma en su discurso que servirá al pueblo sin distinción de colores, “a todos por igual”.
Irónicamente cita al fundador del Partido Colorado, Bernardino Caballero, que cobardemente dejó sin amparo a los niños que recordamos cada 16 de agosto, los niños de Acosta Ñu. Bernardino Caballero ascendió a general tras los sucesos del 16 de agosto de 1869, donde se encargó de dirigir a niños y adolescentes en Acosta Ñu en la Guerra contra la Triple Alianza.
El principal desafío de Cartes es disminuir la pobreza en un país donde 1 de cada 6 paraguayos vive en la miseria extrema. En un discurso enteramente de memoria, no olvido ningún estamento, reavivando de esa manera la esperanza no sólo de sus partidarios sino de todos los paraguayos.
Ahora, sigamos poniendo de nuestra parte también y que no nos jodan demasiado otros cinco años.
